Jueves 29 de enero del 2015
Los alumnos del Centro de adultos Jose María Iribarren fuimos ayer de excursión. Nos lo pasamos en grande.
Nos recogió un autobús para llevarnos al primer punto de destino que fue la ciudad romana de Andelos. Allí junto a una guía vimos el museo arqueológico de la ciudad. Nos explicó detalladamente todo y además nos enseñó cómo los romanos lavaban la ropa de una manera peculiar y un tanto guarra. Nosotros para lavar la ropa utilizamos suavizante o lejía, pues ellos en aquella época utilizaban la orina para posteriormente meterse en la lavandería.
A mí personalmente me parece una asquerosidad este proceso de lavado con la orina de vete tú a saber de quién. Me impactó mucho aquello como también me alucinó que los romanos construyesen sus casas en una empinada cuesta para ver si se acercaban los enemigos por el horizonte y quitarles sus ricas tierras. Para ver esos maravillosos paisajes tan empedrados, tuve que solicitar ayuda ya que el terreno estaba muy mal para ir yo solo. Igual me mato intentándolo, pero con ayuda es un poco más fácil pasar los obstáculos que había.
Después de ver el museo y aprender sobre la vida de los romanos, emprendimos camino hacia Artajona, que para quién no haya ido, es un pueblo con muchas cuestas. Yo las superé con serios aprietos, sobre todo yendo al Cerco situado en la parte más elevada del pueblo. Me ofrecieron mucha ayuda para subir las empinadas cuestas hasta llegar al cerco, que por cierto, está en una situación francamente deplorable. Al final pudimos observar desde lo alto de la serranía la magnífica estampa del municipio.
Pudimos ver con el guía la
iglesia que es de estilo gótico y quienes querían podían subir a la torre más
alta con unos escalones muy peligrosos y en muy mal estado. Yo no subí.
Llegamos para comer a
Larraga. Comimos de lujo en el restaurante Perico de la localidad.
Partimos hacia Olite donde
nos enseñaron el Museo de Vino y el Palacio de Olite. Mi compañero Miguel y yo
tuvimos una pequeña aventura. Y es que la guía terminó de explicarnos
absolutamente todo, y nos dijo que sí queríamos dar una pequeña vuelta por el
Castillo. Nos desviamos del grupo y casi nos perdimos. Menos mal que
Michael tiene un poco más de sentido de la orientación que yo, que si no…
todavía estarían de busca y captura y saldríamos en las noticias jejeje.
Pudimos salir sanos y salvos.
Y aquí están las fotos que
le saqué a Miguel en la fuente de Olite:
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Haciendo posturitas
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¿Hace frío Miguel?
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