La película comienza en un
balneario que tiene problemas en el conducto de aguas y deciden arreglarlo. El
fontanero que está con los encargados les dice que es complicado repararlo, ya
que se requiere de una pieza que cuesta mucho. Entonces el alcalde,
interpretado por Leo Harlem, decide arreglarlo por su cuenta. Sus compañeros y
también vecinos del pueblo le dicen que no lo haga, que es muy peligroso, pero
él no hace caso y empieza a darle golpes hasta que lo soluciona. “Os ahogáis en
un vaso de agua” comenta. Del arreglo chapucero del señor alcalde, el agua del
balneario empieza en estado de ebullición y a un bañista que estaba a gusto y
relajado lo dejan en un estado deplorable.
“Mientras
el señor siga vivo estamos tranquilos” señala el alcalde en el establecimiento donde
están reunidos. Al poco rato viene el policía y les da la mala noticia de que
el señor ha fallecido. “Estamos perdidos” comentan. Todos viven del balneario y
como está cerrado no pueden hacer nada. Entonces uno de los vecinos escucha por
la radio que están cantando la lotería. Saltan de felicidad pero poco les dura,
ya que el bote ha tocado en un club de alterne. Quieren cobrar el premio pero
no saben cómo. Sus mujeres les espían haciendo guardia en el burdel.
Ellos
comentan: “a ver a quien engañamos para que vaya al club a cobrar el décimo”
Justo tienen al candidato perfecto; al tonto del pueblo interpretado por Salva
Reina.
Su
intención es cobrar el premio, pero no ha sido posible, ya que una de las
meretrices le encandila y se vuelve loco. Entonces se enamora de ella.
Comenta a
sus amigos que ha sido flechazo.
Se dividen
entre ellos la tarea de cobrar el premio gordo, justo el día que se celebra el “día
del Cristo”. “Esta es nuestra oportunidad” comentan “en el momento en el que
nuestras mujeres estén despistadas, vamos y lo cogemos”. Hay una chica haciendo
guardia en el club por lo tanto ellos no pueden cobrar el premio. ¿Qué hacéis?
dice la chica que está haciendo guardia mientras ellos quedan sorprendidos. “Tranquilos
que hay para todos” dice el alcalde.
Deciden
entonces repartirlo con sus respectivas mujeres, pero no es posible porque una
de las meretrices interpretada por Carmen Machi coge huye con el botín en un
tractor. Los vecinos al verla que huye intentan atraparla y lo consiguen.
Finalmente hay una repartición entre los vecinos de la localidad.
En la
feria de la localidad, el alcalde pronuncia unas palabras, pero sus
pensamientos van por otros cauces. Dice que el día señalado es importante para
ellos y que por fin Villaviciosa de al lado se ha recuperado del duro varapalo.
Pero su pensamiento radica en que igual será la última feria.
Mientras
todos están disfrutando de la celebración, llega el hijo del alcalde con su
moto diciendo a su hermano que las meretrices se van del pueblo. Entonces uno
de los hijos que se ha enamorado previamente de una de las chicas del burdel,
corre en busca de ella en moto.
Salen aceleradamente.
Mientras están en la moto y el tren se va alejando, discuten entre hermanos y uno de ellos salta.
Magullado va hasta el vagón y le explica lo enamorado que está de ella. Luchan
por su amor y se quedan en el pueblo. Iban a demoler el balneario pero el hijo
del alcalde y un vecino del pueblo les explican que les han dado licencia para
abrir el balneario. Ahora lo han cogido las meretrices y pueden disfrutar de su
nueva vida y de su nuevo trabajo.
Relacionado
con la película, ayer Jon Plazaola y Macarena García visitaron el plató del
Hormiguero para hablarnos sobre el tema. Aquí os dejo la entrevista.