domingo, 8 de noviembre de 2020

Ascenso a la Higa de Monreal

 El pasado sábado 31 de octubre mi aita y yo fuimos al pueblo de Monreal, que es una villa y un municipio de Navarra situado en la merindad de Sangüesa, en la comarca de Aoiz y a 18 km de Iruña.

Su población en 2017 fue de 479 habitantes. Su término municipal tiene una superficie de 22,61 km² y su densidad de población es de 21.19  hab/km². El gentilicio es monrealés/monrealesa.

        Junto a ella se alza la Higa montaña desde la que se puede divisar una vista panorámica de la zona. A pesar de su pequeño tamaño contaba con judería y tuvo cierta importancia como villa, ganándose el derecho, durante un tiempo, de acuñar moneda propia. Es punto de paso del camino de Santiago, llegando a dormir 2000 peregrinos el año 2019. (Wikipdia)    

  

Procedimos al ascenso de la Higa. Comenzamos la subida con buenas sensaciones, pero a medida que avanzábamos el cansancio se acumulaba más y más. En el recorrido observamos las maravillosas vistas que se apreciaban, y ya cuando nos aproximamos a la cima, aprovechamos para descansar comiendo el bocadillo. Entablamos conversación con un padre que iba con sus hijos sobre la dura situación del Covid, cómo algunas personas son irresponsables y que deberían actuar con más cautela, y que los altos cargos deberían gestionar mejor esta pandemia.

Mientras estaba comiendo el bocadillo y la fruta, el señor me preguntó que si quería bajar en coche con ellos. ¡Gran detalle!. Naturalmente le dije que lo agradecía pero que no era necesario. Una vez acabado el bocadillo me sentí con fuerzas para afrontar el último tramo. Ya casi logramos hacer cumbre pero ya era demasiado. Mi cuerpo no aguantaba más y decidimos bajar aunque me sentía con poderío pero…

La bajada resultó ser un poco aparatosa, ya que con el terreno pedregoso y con mi manera peculiar de caminar, me torcí un tobillo. Eso no fue todo, y es que bajando poco a poco me volví a torcer en el mismo pie. Enseguida le pedí a mi aita que por favor bajase a por el coche, ya que me sentía un poco incómodo. Le esperé en una curva, y menos mal que vino a salvarme si no... 

 Nos fuimos a Pamplona pensando que habíamos realizando un buen trabajo y pasamos un buen día.  

Para otro día esperamos hacer cumbre.  

Fin.