miércoles, 23 de septiembre de 2020

¿Cómo me gustaría que fuese mi vida?

          Real:

Desearía con todas mis fuerzas no tener esta discapacidad que como algunos de vosotros sabéis incide en el equilibrio y también en la intelectualidad. Esto me impide realizar determinadas acciones como por ejemplo, colaborar en algunas tareas del hogar, manipular alimentos, comprender algunos ejercicios matemáticos, etc, etc.. Pero esta realidad es la que me ha tocado y actualmente estoy tratando de mejorar con el trabajo que estoy realizando.

Desde pequeño he realizado deporte. De hecho tengo contabilizados 500 kilómetros a gatas a raíz del método Doman de estimulación sensorial creado en Philadelphia. 

Fuimos a obtener información a Madrid acerca de dicho método y cuando volvimos a Pamplona con las indicaciones que nos dieron, comenzamos a realizarlo tanto en el pueblo como en Pamplona. Con la ayuda de mis aitas y con mi esfuerzo poco a poco fui avanzando. Primero colocábamos unas colchonetas en el suelo para dar volteretas en todas las direcciones, giros y demás ejercicios que me iban estimulando hasta que un día decidimos intentar caminar. Mis aitas me sujetaban para que mantuviera el equilibrio y de esta manera dar pequeños pasos hasta que al cabo de varios años pudiese caminar sin ayuda.

Volviendo a la cruda realidad, quisiera que en el mundo no existiesen injusticias ni nada parecido, pero por desgracia el mundo no es de esta manera.

Imaginario:

Viviría en Hawái en una vivienda espaciosa siendo solidario con las personas más desfavorecidas creando una ONG para éste colectivo y para  las personas con discapacidad. Ejercería de monitor de sala en un gimnasio enseñándoles los distintos ejercicios que pudiesen ejecutar. Naturalmente no todos podrían realizarlos, ya que algunos posiblemente tendrían algún tipo de impedimentos; o no. Quién sabe.

Les dedicaría a ellos buena parte de mi tiempo, y como complemento acudiríamos a las competiciones deportivas para que viesen el ambiente y probasen alguna disciplina.

Viajaríamos por todo el mundo para culturizarnos además de disfrutar de aspectos relativos a la gastronomía, al paisaje, los diversos comportamientos que hay en el mundo, sin olvidarnos de las visitas correspondientes a los familiares y amigos que posiblemente estarían al otro lado del charco. 

Durante mi estancia en la isla de Hawái haría amistades y procuraría aprender diferentes idiomas.

Debido a esta nueva pandemia del Coronavirus que está azotando a todo el planeta, me he visto sorprendido en la isla de Hawái, así que estoy haciendo todo lo posible por mantenerme ocupado trabajando en el ordenador redactando escritos, leyendo la prensa, manteniéndome en contacto con mis alumnos, etc, etc.  

Por suerte antes del confinamiento conseguí material deportivo;  pesas rusas, una cinta de correr, barra de dominadas, etc. De esta manera me mantengo activo sin desatender los preparativos correspondientes de unas tablas de entrenamiento para que mis alumnos las puedan ejercitar en sus casas y así cuando lleguen los días de volver al gimnasio estar en un estado óptimo.

Esta sería aproximadamente mi vida tanto real como imaginaria.

Saludos.

martes, 22 de septiembre de 2020

¡De nuevo en Hondarribi!

            Durante los meses de julio, agosto y parte de septiembre, estuvimos disfrutando de la relajante playa de Hondarribi y del apartamento de Txaro, que como comenté la vez anterior, es magnífico.  

         En estos meses la estancia en la localidad fue muy agradable. En la playa había bastante gente siempre tratando de mantener la distancia de seguridad correspondiente debido a las causas sobradamente conocidas por todos, aunque algunos no lo hacían de la manera adecuada. En líneas generales el comportamiento de la ciudadanía ha sido correcto.

Recibimos buenas raciones de sol y de numerosos baños.

¡Eskerrikasko por tu grata compañía Txaro! Añadiría también que en estos meses disfrutamos de exquisitos platos elaborados por ella y por Inma. ¡Deliciosos! 

Saludos y hasta otra. 

 



                       Difrutando de las maravillosas vistas mientras desayuno 

martes, 1 de septiembre de 2020

En el trabajo

Durante el mes de julio me asignaron junto con mis compañeros las labores de suplencia, lo que supone trabajar en las diferentes plantas según las necesidades que pueden surgir. El día 12 del citado mes concluyó la exposición fotográfica de Koldo Chamorro que iba dedicada al proyecto homónimo del artista navarro en el que el creador invirtió casi más de veinte años de trabajo recorriendo el país en busca de las huellas de la cruz en un momento histórico decisivo, como fueron los últimos años del franquismo y los primeros de la Transición.

Dicha exposición se retrasó debido a la alarma sanitaria provocada por el COVID 19.

Una curiosidad de dicha exposición era la proyección de una cruz en la pared. He de comentar que esto nos supuso algún problema técnico que conseguimos solventar.

La exposición se complementaba con un vídeo sobre la vida del autor.  

Como he mencionado anteriormente, durante el mes de julio mis labores transcurrieron en exposición, en primera planta y en portería. ¡Cada vez me siento mejor en mi trabajo!

Como ahora no disponemos de información en papel por precaución, los visitantes tienen que escanear si lo desean el código QR situado en el panel de información del museo. Así que yo también aproveché para descargarlo y poder estudiar las obras más importantes.

En el mes de agosto me tocó subir a la tercera planta. En ella te esperan obras del Barroco y del siglo XIX y XX. La obra más destacada es la del Marqués de San Adrián que fue realizado por Goya. El sábado 1 de dicho mes tuve una agradable visita, y es que acudió mi amatxi Justa con su amiga Maria Jesús y su hija Mari Jose a visitar el museo. Me preguntaron dónde se encontraba el cuadro de Goya y les indiqué el camino. Se fueron encantadas de la estancia en el museo. 

Saludos