Ayer fuimos de nuevo a Yesa a hacer terapia, pero esta vez no nos pudimos dar barro. El Ambiente era fresco, andaba aire, y sólo estuvimos en remojo. ¡¡Qué relajación!!
Así transcurrió la excursión. La única pega era, que no pudimos albardarnos de arcilla. ¡Qué pena!, aunque me lo pase en grande. Fue una experiencia diferente.
La próxima semana es posible que vayamos con mi amatxi Mikela que tiene 86 y además tiene un temple envidiable.
que envidia!!!
ResponderEliminarson muy chulas las fotos pero estaría bien no tener que torcer la cabeza para ver las dos primeras (recuérdame que te enseñe como voltearlas, ok)