jueves, 2 de junio de 2011

chico discapacitado

        José Luís es un chico discapacitado de 7 años de edad que vive con sus padres en Marruecos, y que en su infancia vive feliz y contento. A los 3 años, sus padres le llevaron a una guardería cerca de Marruecos. Allá conoció a unos cuantos niños con quien hizo amistad y poco a poco, un día tras otro se hicieron amigos.
        Un día, sus padres se sorprendieron al ver que su hijo empeoraba debido a las malas notas que traía a casa. Entonces sus padres le pusieron un castigo, que él no cumplió. Entonces empezó a ausentarse de su casa, a robar por sitios desconocidos, por tiendas, bares y etc. Cuando volvía a casa, sus padres le hacían ver la multa que había llegado y que iba a ir a la cárcel. Poco después, llamó la policía a la puerta de casa y les contó que su hijo tenía que ser arrestado. Él se resistió y tuvieron que llamar a varios refuerzos más para intentar llevárselo a la fuerza.
        Después de estar 1 año en la cárcel, se encontró con sus padres y les dijo que le perdonasen por lo que había hecho. Al poco rato vinieron sus compañeros de clase y José           Luís les contó todo lo que había pasado y todo el calvario que había sufrido. En fin, lo mucho que sentía lo ocurrido. Más tarde se fueron él y sus amigos a comer a un restaurante una pizza. Volvió a casa, y empezó a discutir con sus padres ya que no debía beber alcohol, y es que eso le afectaba mucho a su equilibrio. Se enfadó muchísimo y sacó un cuchillo que había cogido a escondidas del restaurante, y empezó a amenazar con matarles si no le dejaban beber. La madre insistió en que no debía beber y entonces el chico se enfrentó tanto con su madre que acabó asesinándola. Al poco rato vino otra vez la policía a investigar lo ocurrido y por segunda vez lo tuvieron que llevar a la cárcel.                 Diez años después, se volvió a reencontrar con su padre y con sus amigos. Entonces, por nada en especial también se cargó a su padre. Decía que era un estorbo para él. Nada más salir del calabozo volvieron a meterlo, y esta vez le condenaron a 15 años. Al salir de la prisión se volvió a encontrar con sus amigos, y esta vez, no volvió a la escuela, ya que este chico era un autentico asesino. Ahora convive con sus amigos y ya se tranquilizó y dejó de matar. No estaba cómodo en su país y decidió marcharse a España. Como era discapacitado, no podía hacer las maletas y se las hicieron sus amigos. Él y sus amigos fueron a visitar España y a conocer las distintas razas y culturas que hay allí.  
        Aterrizaron en un Aeropuerto llamado Noain y exclamaron: ¿Qué es esto?, vayamos a investigar, dijo el chico discapacitado. Llegaron a Pamplona, una ciudad extraña para ellos. Investigaron y curiosearon qué había por aquel lugar.
        Un día, José Luís, que iba con sus amigos conocieron a otros amigos de Pamplona y entonces se hicieron un grupo de amigos que se contaban chistes unos a otros y que se reían a carcajada limpia. Y es que ellos se sentían muy bien con las historias que contaban cada uno de ellos.

        José Luís, recién cumplidos los 33 años de edad, sigue con sus amigos viviendo en un chalet feliz y contento.  Él vive con su mujer que conoció un 31 de mayo y con sus 4 hijos, uno de 1 año, otro de 3, de 4 y el último de 5 años.
        Hoy en día trabaja en una fábrica de Mutilva como fabricante de pilas. Dice que su trabajo es ameno y que su jefe le trata bien y dice su jefe que José Luis es un chico feliz, amable y simpático. Cuenta José Luis que le costó muchísimo encontrar trabajo, ya que no tiene apenas estudios y es difícil encontrar un trabajo que te guste. Ahora, con su nuevo oficio dice que sus compañeros son muy majos y se portan generosamente con él.         También le hacen algunas pequeñas bromas, pero comenta que se lo pasa bien con ellos y ellos también con él. El tiene una jornada laboral a la mañana de 6:00 a 14:00 y por la tarde de 16:00 a 18:00. Dice que el horario es asequible, porque así tiene tiempo suficiente para cuidar a sus hijos, aunque por las mañanas es su mujer quien los cuida. Un día, uno de sus hijos de 3 años se despertó y empezó a llorar desconsoladamente para que no se fuera a trabajar. Finalmente su madre le consigue calmar y su marido consigue ir a trabajar. José Luis, al ver que no venía a casa, tres de sus hijos entre 3 años, 4 y 5 años empezaron a preguntar a su madre: ¿Y donde esta papa? Surgieron preocupaciones entre los hijos y su madre. Llamaron al teléfono desde el trabajo diciendo que uno de los compañeros de José Luis le había amenazado con matarle, pero su jefe les había dicho que hiciesen las paces.  Un mes después, llegó una carta en la que ponía que le despedían a José Luis por mal comportamiento en el trabajo. Por hablar mal de su jefe, y es que el chico había empeorado, insultos, groserías etc. Él con su pareja y con sus hijos voló hasta marruecos, y entonces sintió una tremenda alegría al ver que estaba en su país. Encontró otro trabajo allá de recepcionista de un gimnasio enseñando el local a las personas. Un día, que se encontraba malhumorado entró al gimnasio y empezó a herir los sentimientos a las personas que estaban allá. Le despidieron por malas conductas y por amenazar a las personas.

        Actualmente está detenido por seguir robando y esta vez le hacen cumplir 50 años de cárcel. Al final muere de viejo.










Gala Síndrome Up: Castillo de Gorraiz

            El viernes 27 de mayo acudimos a la gala ¨Síndrome Up¨ que tuvo lugar en el Castillo de Gorraiz. Para ir a la gala, tenía que ir bien vestido, con una elegante camisa que me había pedido el cliente. En este caso era Iñigo Alli, el director del Civicán y a su vez el fundador del proyecto Sindrome Up. Tenía que presentarme con buen aspecto, no con traje y corbata pero sí estiloso. Fui con la ropa que llevaba puesto ese día, es decir, con un polo rojo y blanco y un pantalón. A la gala había que ir arreglado. Todos mis compañeros iban bien vestidos menos yo, que ese día me salté a la torera lo de ir con la camisa. Cuando salí del coche de mi padre, Tarrrr me echó una bronca fina por no aparecer con la camisa de cuadros que tanto me fascina, y es que no me gusta nada.
            Teníamos dos funciones que consistían en la venta de llaveros.           Gonzalo y Fermín se encargaban de la venta de llaveros y Miguel y yo vendíamos llaveros, y además entradas, que costaban 30  y 2 € respectivamente.
            Esta venta era para recaudar fondos económicos para un congreso sobre las personas con discapacidad intelectual que se va a celebrar en diciembre.
            La gala empezó con una canción que trataba sobre el Síndrome Up y que estaba muy bien. Yo me lo pasé estupendamente. A continuación, saltaron al escenario los chicos de la fundación Atena, e hicieron un pequeño teatro en la que estuvieron magníficos. A mí personalmente, me gustó más la canción que trataba sobre el Síndrome Up.
            Antes de cenar, pisaron el escenario un grupo musical, Carlos Lázaro. Con sus canciones yo me lo pasé ideal y disfruté como un enano. 
            Acabado el concierto, nos pusimos a cenar. La cena era un lunch, y a mí ese tipo de cenas me estresan un poco, dado la rapidez en la que se come. No dejaban tiempo ni para respirar. Yo quiero comer tranquilo. Esa era la única pega que le encontré a la gala. Durante la cena, conocí a Carlos Lázaro, le di la enhorabuena por lo bien que componía sus canciones.
            Me despedí de Iñigo Alli, de Diana y de Paula, son unas personas amables, maravillosas y simpáticas. Nos hicimos varias fotos, y sobre las 00:30 horas  nos marchamos a casa. Así transcurrió la gala.