Entrena como la bestia

           Después de permanecer dos meses sin redactar ningún escrito, hoy es el día de hacerlo.

            

           “Sé que deseas entrenar con todas tus fuerzas, pero no debes ser alocado. “Entrena con calma” “Lo percibo porque yo también quiero entrenar como tú, con las mismas ganas y el mismo ímpetu con el que comenzamos el primer día”

         “Ahora concentrémonos en el entrenamiento” “Llevamos años en este mundo del fitness, pero es igual” “Aquí no importa el tiempo, si no el esfuerzo que estés realizando” “Olvídate por un momento de ser humano y transfórmate poco a poco en un animal enfurecido” “Vamos “Ruge” “Estamos en un gimnasio” “Este es el camino a seguir” “Usa el poder de tu imaginación y di en alto: “Voy a acabar contigo como si fueses mi único enemigo” Pero, ¿de verdad estás dispuesto a sacrificar tu vida por convertirte en fisicoculturista? ¿Vas a consumir grandes cantidades de proteínas y vitaminas, e incluso vas a ingerir sustancias nocivas para la salud? ¿Estás seguro de que vas a tomar el camino correcto muchacho? “Si es así, no cuentes conmigo porque no me voy a hacer cargo de tus locuras”.

         “Me comentas que hay una escuela de culturismo natural y que quieres probarlo? ¿Me lo estás preguntado en serio? Mira chaval, te voy a dar un consejo. “Yo sé que este mundo del culturismo te hace vibrar y que te encantaría estar ahí, pero te pregunto: ¿Qué es lo más importante, la salud o atiborrarse a pastillas para que en el futúro salgas más perjudicado? Piénsatelo y me lo cuentas, pero hoy no, mañana.