Vuelta a la rutina

    Después de disfrutar de unas excelentes vacaciones, el pasado 1 de febrero me reincorporé al Museo de Navarra. Me reencontré con mis compañeros y me presentaron a nuestra nueva jefa que se llama Yolanda.

    Bien, como el ascensor del museo se encuentra averiado desde el viernes 2 de febrero y yo tengo movilidad reducida, tengo que permanecer en la planta baja; bien sea en la zona de prehistoria o en la portería.

  Cuando yo estaba ejerciendo mis labores en la primera planta, Yolanda, nuestra jefa me comunicó que el ascensor no funcionaría y que por este motivo me asignaría a la sala de exposición. Menos mal que estuve atento para explicarle el motivo de no trabajar allí. Ella me comentó si se trataba de un tema de agobio y yo le señalé que no, que se trataba de un pequeño tropiezo que tuve meses atrás y dada la poca estabilidad que tengo junto con la delicadeza de las obras, creí que era un riesgo innecesario. Así que finalmente trabajé en la sala de la prehistoria sin tener ningún percance.

    Y durante la semana he permanecido en la portería alternando con otro compañero que tuvo que ocuparse de vigilar la sala de exposición. Conforme vaya pasando la semana veremos donde me corresponde trabajar y si hay alguna novedad relativa a la avería del ascensor. 

    Saludos.