El jueves 13 mi tío,
mis aitas y yo viajamos a Madrid con motivo de un evento muy especial de
Wrestling, un entretenimiento familiar para todos los seguidores de la lucha libre.
Antes
de partir al Palacio de Vistalegre que se sitúa en el barrio de Carabanchel donde se celebraba el mayor espectáculo de la lucha libre organizado por la
WWE, desembarcamos nuestro equipaje en el hotel Petit Palace situado en la
calle Chinchilla y que hace esquina con la Gran Vía.
Nos
fuimos a comer a un restaurante cerquita de donde nos hospedábamos.
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Eligiendo los menús
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Mi tío Oscar vino con
nosotros porque tenía que ir a visitar a un amigo suyo que trabaja como periodista desde hace algunos años en Madrid.
Poco
después nos despedimos y cada uno emprendió su camino.
Mientras mi aita y yo
viajamos en el metro hasta el Palacio, mi ama asistió a una obra musical
titulada "Priscilla". Salió encantada.
Nuestro espectáculo de
la WWE estaba anunciado para las 19.30 p.m. pero tuvimos que esperar media hora
para que se llenase todo el recinto. Su aforo es de 15000 espectadores. Estaba
absolutamente lleno.
En mi salsa
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Brutal
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Conseguí una camiseta de una superestrella
del momento; John Cena. ¡Qué pasada! Muchas gracias aita. La pena que tengo es
que no pude tomar fotografías con ellos.
El épico evento se acabó a las 23.00 p.m. Salimos del Palacio
hasta llegar al metro para volver a nuestro hotel. Estábamos hambrientos. Encontramos un restaurante donde cenamos y charlamos sobre lo acontecido.
A gusto con la camiseta
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Descansamos en el hotel
hasta la mañana siguiente. Dimos un pequeño paseo por la ciudad junto con
Oscar para ver el ambiente que se respiraba por la Plaza Mayor y alrededores.
Magnífico
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¡Qué majos!
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Descansamos un rato en
el hotel y posteriormente nos fuimos a presenciar una obra de teatro que se titulaba Toc-Toc. La función trataba de 6 personajes que tenían sus respectivas
fobias, y que estaban en la sala de espera con esperanza de ser tratados por un médico especialista en psiquiatría. Uno de ellos no cesaba de insultar sin
querer al señor de al lado. Otro, de profesión taxista, tenía una obsesión de calcular absolutamente
todo, y transmitía una risa un tanto contagiosa. Una señora mayor no paraba de
santiguarse. Otra chica repetía las cosas siempre dos veces; el chico temía pisar las
rayas del suelo, y además tenía que ponerlo todo de forma simétrica. Y la última paciente
tenía verdadera obsesión por la higiene.
Todos lo hacían sin
querer. La enfermera de la consulta irrumpe en la sala y les dice que el vuelo
del doctor ha sufrido un retraso, pero que viene de camino. Después de una
larga espera les dice otra vez que tiene que esperar todavía más. Cansados ya
de esperar, el chico que temía pisar las rayas del suelo, les propone: ¿Por qué
no hacemos terapia de grupo?, así podremos curarnos. Y entre todos poco a poco
van aminorando sus fobias.
Resultó que el señor mayor que no cesaba de
insultar era el psiquiatra que les iba a tratar y que se hacía pasar por
paciente. Una bonita función que recomiendo a todos con la que os lo pasareis
en grande riéndoos y divirtiéndoos.
A la mañana siguiente emprendimos
camino a Pamplona para ir a Eratsun.
Un bonito viaje a Madrid con la
compañía de mis queridos aitas. Y el momento grandioso que viví viendo la lucha
libre. Gracias.
Hasta pronto.
Vaya viaje más completo, debísteis pasarlo bomba. Lo que siento, es no poder haberos visto. Otra vez será.
ResponderEliminarGracias Octavio. Así es, otra vez será.
ResponderEliminarQué contento se te vé! Más quisiera yo, pero tenía clases.
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