Los veranos para mí y para
mi entorno suelen ser extraordinarios. El 6 de junio con las notas del curso
fue el comienzo del maravilloso verano que me esperaba.
Al día siguiente desde bien temprano emprendimos camino a Salou
(Tarragona) para aprovechar los días de playa y darnos una buena ración de sol.
Eso sí, con una buena protección solar, ya que si no te lo aplicas puedes tener
un disgusto con la radiación solar. Tanto a mi amatxi Justa, que fuimos con
ella, como a mí nos gusta mucho tomar el sol y estamos encantados tumbados en
la toalla bronceándonos.
He de decir que como el primer día estábamos un poco
cansados del viaje decidimos bajar a la piscina a tomar nuestra primera ración
de sol.
Para entretenerme llevé la Play 4 con la que jugué en los
ratos libres. También vimos series y noticias en la tele, pues siempre queremos
estar bien informados.
Pasados diez días la amatxi se fue agradecida de cómo la
habíamos tratado. Nosotros sin embargo aguantamos al pie del cañón una semana más.
Estuvimos
encantados en Salou los 17 días que duró nuestra estancia.
El 23
volvimos a Pamplona para poder descansar el fin de semana y volver a empezar a
hacer ejercicio físico en el gimnasio después de permanecer 36 días en el dique
seco debido a una brecha que me produje en la rodilla y una lesión que tuve en
el hombro. ¡Cómo eché en falta esos días sin poder hacer gimnasia!, y es que
para mí fue un verdadero suplicio y una frustración. Por otra parte el parón me
vino bien, ya que después de tanto día empiezas con más energía y con más
fuerza que nunca.
El 6 de
julio daban comienzo los Sanfermines, pero como estaba concentrado en los
ejercicios de matemáticas, me perdí el lanzamiento del chupinazo. Pero lo que
no me perdí fueron los encierros de los días 7, 8, 9 y 11. Para disfrutarlos me
levantaba a las 7 horas.
Para
hacer tiempo realizaba ejercicios de matemáticas, y luego veía los encierros.
El 10 me
adentré en una bonita aventura, y es que junto a Todd, fiel perro de mi primo
Julen anduve 10 kilómetros por un camino muy empinado y en algunos tramos con
bastantes piedras. Antes de hacerlo, paré en el crucé para descansar y para
asegurarme de que mi ama iba por otro camino diferente. Aproveché entonces para
ascender hasta el repetidor (antena). Llegué en 2 h y 30 min, es decir,
relativamente rápido. Hay que decir que en algunos tramos fui trotando y el
cansancio hizo acto de presencia. Faltaba 1 km y las piernas no me seguían. Ese
recorrido se me hizo eterno. Al final llegué emocionado y cansado. Llegué y
llamé a mi tía Marikruz para que viniera a buscarme. Llegamos a casa y mi ama
estaba ilusionada y contenta por la gran proeza que había hecho. Los demás
también se quedaron contentos. Ah, y por si esto fuera poco, por la tarde
también fui a andar. Quedé reventado.
Como quería
ir al Pobre de mí, el 13 regresamos a Pamplona. Los días 13, 14 y 15 aproveché
para hacer musculación. El 14 por la noche me acerqué junto con mi tío Oscar y
con la amatxi Justa a la Plaza del Castillo. Antes fuimos a la Plaza de la Cruz
a presenciar el maravilloso ambiente que se respiraba. También había rancheras
que siempre son marchosas.
Siempre
es triste el Pobre de mí. Se veía muy bien desde el Nuevo Casino del Iruña. También
escuchamos las peñas que tocaban animadamente.
El 16 de
julio nos acercamos a comer al Restaurante Hilarión de Elgorriaga con motivo de
la despedida de los Sanfermines. Lo pasamos bien. También
aprovechamos para ir a comer al restaurante La Granja de Funes. Salimos con
buen sabor de boca.
Otro de
los días me extrajeron la muela del juicio, ya que me estuvo dando serios
problemas. A raíz de la extracción, el Doctor Poll me recetó antibióticos y me
indicó que no hiciera deporte físico. Aún así pude ir a caminar. Reposé una
semana, y cuando volví empecé más fuerte y explosivo que nunca. Aproveché esos
días para ir al cine.
Este verano
hemos estado intercalando viajes al pueblo donde he realizado ejercicio físico
y también he estado con mis seres queridos. Por segunda vez he subido a la
Antena yendo por el camino pedregoso y empinado mencionado anteriormente. Me
apliqué crema solar y me puse una gorra dado el calor que hacía. Subí en menos
de dos horas, es decir, más fácil que la otra vez, ya que fui trotando y en la
última subida esprintando. Acabé relativamente cansado pero satisfecho del
trabajo realizado. Luego bajando me cogió mi ama en el cruce y fuimos a casa.
Ah, y no me olvidé de repasar los problemas de matemáticas que siempre es
bueno.
Desde el
3 hasta el 10 de septiembre vamos a viajar a la provincia de León, ya que
comentan que es muy bonita. Ya os contaré.
Saludos.
Para mí el verano me parece algo bueno pero, lo malo es que si te lo has pasado bien te quedas con ganas de más, al menos a mí me pasa eso.
ResponderEliminarYo cogí 10 días en julio y los días que me quedan los estoy pensando para aprovecharlos bien, porque sino para estar en familia todo el mes de diciembre o unas cuantas semanas sería complicado estar todo el día juntos.
Así es amigo Gonzalo y gracias por tu comentario.
EliminarSaludos